miércoles, 23 de septiembre de 2015

HEREJIAS


Como hubo en el pueblo profetas falsos, así habrá falsos doctores, que introducirán sectas perniciosas, llegando hasta negar al Señor que los rescató, y atraerán sobre sí una repentina ruina. Muchos los seguirán en sus liviandades, y por causa de ellos será blasfemado el camino de la verdad... y harán de vosotros mercadería con palabras mentirosas... (2 Ped. 2, 1-3). 

Conservad la fe y la buena conciencia, pues algunos que la perdieron naufragaron en la fe (1 Tim. 1, 19). 

Vendrá tiempo en que no sufrirán la sana doctrina; antes por el prurito de oír, se amontonarán maestros conforme a sus pasiones y apartarán los oídos de la verdad (2 Tim 4, 3). 

Es preciso que entre vosotros haya fracciones, a fin de que se destaquen los de probada virtud entre vosotros (1 Cor. 11, 19). 

Al sectario, después de una y otra amonestación, evítale (Tit. 3, 10). 

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«Herejía» es negar una o algunas verdades de la fe. (Negar toda la fe es «apostasía»). Un hereje es el que elige una creencia y se forma una fe para sí mismo. La herejía, por tanto, es una elección falsa en el dogma y en la moral (admisión de un dogma falso o de la negación de un dogma católico). 

La secta viene de la palabra latina «secare», cortar, dividir. Una secta es una fracción que se aleja y se separa de las otras. 

Los herejes se valen de la Escritura; pero no la comprenden y lo que es peor, la pervierten y la corrompen para su propia perdición (2 Ped. 3, 16). Ellos sostienen que cada uno puede interpretar la Escritura, y de ahí nacen tantas sectas entre ellos como cabezas. Es menester reconocer el Magisterio o autoridad infalible de la Iglesia de Cristo. 

Las causas de las herejías son: 1ª el orgullo. «La madre de todas las herejías es la soberbia» (S. Agustín); 2ª la osadía y la pertinacia (2 Ped. 2, 10); 3ª el espíritu de curiosidad y novedades: «Habladnos cosas que nos plazcan» (Is. 30, 10); 4ª el libertinaje y la corrupción. El primer medio para preservarse de las herejías es huir de los herejes y de sus escritos. «Guardaos de los falsos profetas, que vienen con piel de oveja... 

DICCIONARIO DE ESPIRITUALIDAD 
P. Benjamín Martín Sánchez