lunes, 7 de julio de 2014

LA JERARQUÍA CATÓLICA ESPAÑOLA SUCUMBE AL BECERRO DE ORO: EL OBISPO DE LEÓN AMENAZA CON SUSPENDER AL PÁRROCO JESÚS CALVO POR SUS CRÍTICAS A LOS JUDÍOS

El obispo Julián López (d) saluda al Papa Francisco 

JT.- Definitivamente, la corrompida jerarquía católica española ha encontrado nuevo amo al que servir. Desde la llegada al Papado del jesuita Francisco I, la araña negra se extiende como una larga sombra para exigir a los católicos acatamiento y servidumbre a los amos de nuestro tiempo. La Iglesia de Jesús y de los mártires devenida prostituta babilónica. La Cruz reemplazada por el becerro de oro. El obispo de León, Julián López, ha amenazado con suspender de sus licencias ministeriales al párroco Jesús Calvo por sus reflexiones en ‘La Ratonera’ sobre las causas que provocaron la II guerra mundial y también sobre el papel de los judíos antes y durante la citada contienda. A través de sendas cartas enviadas al colaborador de AD, el prelado leonés señala la necesidad de mantener la mesura dada la evolución que están experimentando las relaciones entre la Santa Sede y los judíos. Como se ve, para el sector más putrefacto de la jerarquía católica es más punible criticar a los judíos que, por ejemplo, abusar sexualmente de un menor. 

Entre tanto, el párroco Jesús Calvo dice sentirse “tranquilo” y en “paz absoluta con mi conciencia”. Recuerda las numerosas profecías y revelaciones marianas que nos alertan del actual basurero moral y del erratismo en las decisiones de la institucionalidad católica. Cree además el Padre Calvo que sus testimonios semanales en ‘la Ratonera’ han podido ser providenciales para que muchos católicos españoles se reencuentren con la fe en Cristo. 

Hay que recordar que tanto la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), como algunos pseudointelectuales projudíos como César Vidal, han desatado una campaña de desprestigio contra el Padre Calvo y que estuvo orientada a que el obispo de León reaccionara como lo ha hecho. La Iglesia del Papa negro cumple obediente con sus nuevos amos. 

La impostura en la Iglesia católica desde la llegada de Francisco I alcanza ya lo grotesco. Se expulsa de la catedral de Buenos Aires a los católicos fieles a la tradición, mientras el citado templo queda reducido a espacio conmemorativo de efemérides judías. Se exalta hasta el empalago que los templos católicos sean también lugares de culto para musulmanes y judíos, mientras mezquitas y sinagogas se blindan contra “infieles” y “goyims”. Se denuncian algunas de las pandemias actuales, pero no las causas que las provocaron. Y también nos hablan ahora del cuento de la modernidad de la Iglesia. Como al respecto apuntó certeramente un lector, son los antiguos los que han construido el mundo en el que ahora vivimos, los que nos han dado la sabiduría, la ciencia, la auténtica moral guerrera, heroica, noble y fiel del cristianismo y no la de ahora que es débil, hipócrita y cobarde, a imagen y semejanza de ése pueblo que ya sabemos. La clave no está en modernizar el cristianismo, sino todo lo contrario, en volver a buscar otra vez las raíces de lo que nos hizo grandes. En lo antiguo está lo genuino, lo puro. Actualmente la palabra modernidad está asociada a los degenerados; y la élite lo sabe. Por ello pretenden llevarnos a todos a un pozo negro de mentiras, egoísmo, materialismo, falta de fe y aberraciones contra la naturaleza, que es lo más sabio y bello que hizo Dios en este mundo. 

Por otra parte, las dotes memorísticas del obispo de León no deben ser muy agudas, a juzgar por los hechos. Hace poco pidió al Padre Calvo que se abstuviera de emitir opiniones políticas, cuando la Conferencia Episcopal Española no hace otra cosa que intervenir partidariamente en las cosas políticas desde las terminales mediáticas que todavía controla. Le descalifica y le exige recato por sus opiniones sobre fe y moral el mismo prelado que calló miserablemente ante los escandalosos chalaneos con ETA del obispo Setién y de la mayor parte de la Iglesia vasca. Lanza teas incendiarias contra el único cura que defiende y dice las mismas cosas que la Iglesia de Roma defendió y dijo durante siglos. Lo que tendría que hacer este embaucador purpurado, este “obispo marrano”, es cambiar el bonete episcopal por la kipá. 

Como se sabe, el Padre Calvo estará presente en ‘La Ratonera’ del próximo jueves. Armando Robles ha pedido que ese día las pantallas rebosen de mensajes de apoyo al sacerdote y de reprobación al indigno obispo leonés. “La jerarquía católica es responsable del clima inmoral que sobrevuela España. Durante la Transición sirvió de coartada para que las logias internacionales impusieran el nuevo orden. Durante años ha silenciado la complicidad de muchos curas y obispos con las actividades terroristas de ETA. Utiliza sus terminales mediáticas para ponerlas al servicio del partido que coloca banderas del colectivo gay en sus sedes oficiales. Ahora se escandaliza cuando un cura católico discute algunas versiones oficiales del llamado holocausto judío, pero no cuando alguien de la izquierda o del laicismo radical pone en cuestión la quema de iglesias y de centros religiosos durante la II república. Esta es la institución católica actual: mendaz, apesebrada, infame y fraudulenta, fuerte con los débiles y debil con los fuertes. Si no hemos apostatado es por la existencia aún de personajes de la talla moral y el compromiso ético con España del Padre Calvo, para el que pido, en estas hora para él tan difíciles, todo el apoyo y el cariño de los lectores”, manifiesta el director y conductor del espacio.