sábado, 26 de febrero de 2011

LOS SUEÑOS DE SAN JUAN BOSCO: EL SUEÑO DE LOS 15 AÑOS


2. Sueño de los 15 años 1830
(MB. 1,188)

Reprensión por confiar más en los hombres que en Dios.

“En aquel tiempo tuve otro sueño en el cual se me reprendía severamente por haber puesto mi esperanza en la ayuda de los hombres y no en la bondad del Padre Celestial.” (Palabras de Don Bosco en su autobiografía).

Nota: El joven Juan Bosco estaba totalmente triste porque se le había muerto el gran amigo que lo estaba ayudando para poder estudiar, el Padre Cafasso. Y aunque el sacerdote antes de morir le dejó las llaves donde tenía su dinero, vinieron los familiares del difunto y le quitaron todo. El joven Bosco lloraba continuamente a su difunto bienhechor. Despierto pensaba en él. Dormido, tenía pesadillas soñando con él. Y su tristeza aumentaba al oír las campanas del templo que por nueve días tocaban a funeral, anunciando la muerte del Sumo Pontífice Pío VIII.

La angustia del joven Bosco llegó a tal punto que Mamá Margarita tuvo que enviarlo por unos días a la casa de los abuelos a que se distrajera un poco.

Y el buen Dios intervino con su segundo sueño, llamándole la atención acerca de la demasiada importancia que él le estaba dando a la ayuda de la gente, siendo que lo importante es confiar mucho en la ayuda de Nuestro Señor, que nunca fallará.

En adelante San Juan Bosco recordará siempre la frase del profeta: “Desdichado el que pone su confianza en ayudas humanas. Dichoso el que pone toda su confianza en la ayuda de Dios” (Jeremías 17,5), y aunque parezca que todos lo abandonan muchas veces, Don Bosco seguirá adelante con toda valentía recordando la promesa que Dios repitió tres veces en la Santa Biblia: “Yo nunca te abandonaré” (Hebr. 12).

Fuente: Biblia y Tradición